Lee el texto y realiza las siguientes actividades:
- Señala la opción que consideres más exacta. Según se indica en la introducción las películas son, ante todo: a) simplemente entretenimiento, b) una manera de compartir arte, c) un negocio multimillonario. Fundamenta tu respuesta.
- Enumera y explica las acciones que se llevan a cabo en la Preproducción.
- ¿Qué se realiza en la Producción?
- ¿Qué función cumple la Postproducción?
- De las tres partes que conllevan la creación de una película, ¿cuál dura más tiempo?
- En caso de que quieras filmar un corto, ¿cómo te ayudan los pasos vistos en este texto sobre cómo se filman y se editan las películas?
- ¿En cuál de las tres partes se agregan los efectos de sonidos y la música?
- Accede a este enlace y realiza la actividad.
- Busca información. ¿Por qué se agrega música y efectos de sonido a las películas?
HOLLYWOOD ha sido en las últimas décadas una prolífica fuente de éxitos de taquilla. Y este fenómeno ha influido en todo el mundo, pues muchas películas estadounidenses se estrenan en otros países a las pocas semanas —o hasta días— después de estrenarse en Estados Unidos. Algunos filmes incluso se han estrenado el mismo día en todo el mundo. “El mercado internacional está muy activo y sigue creciendo —dice Dan Fellman, encargado de la distribución nacional de la Warner Brothers Pictures—, así que cuando hacemos películas, pensamos en sus posibilidades globales.” Ahora más que nunca, lo que sucede en Hollywood repercute en la industria del entretenimiento del mundo entero.
Pero obtener ganancias de una película no es tan sencillo como parece. En muchos casos se necesitan ingresos superiores a los 100 millones de dólares solo para cubrir los costos de producción y comercialización. Y el grado de éxito que tendrá depende enteramente del público, que nunca se sabe cómo va a reaccionar. “Es imposible predecir lo que el público encontrará emocionante o sensacional en un momento dado”, señala David Cook, profesor de Estudios Cinematográficos en la Universidad de Emory. ¿Cómo aumentan entonces los realizadores sus posibilidades de éxito? Para responder a esta pregunta necesitamos tener primero algunas nociones de cómo se hacen las películas.
Preproducción: el trabajo preliminar
La preproducción es la fase más larga del proceso de realización de una película, y una de las más importantes. Como en todos los proyectos de gran importancia, la preparación es clave. Lo que se pretende es que todo el dinero invertido en la preproducción ahorre una cantidad muchas veces mayor durante la filmación.
La producción de una película comienza con una historia —que puede ser ficticia o estar basada en hechos reales— sobre la cual se redacta el guión. Este se revisa muchas veces hasta obtener el guión definitivo, denominado guión de rodaje, que contiene los diálogos y una breve descripción de la acción que tendrá lugar. También ofrece orientación sobre detalles técnicos como la disposición de las cámaras y las transiciones entre escenas.
Es en esta etapa cuando se ofrece el guión a un productor. ¿Qué tipo de guión le interesaría comprar a un productor? Pues bien, la típica película de verano va dirigida a los adolescentes y los adultos jóvenes, “los de las palomitas de maíz”, como los llama cierto crítico de cine. Por eso los productores seguramente optarán por un argumento que atraiga a la juventud.
Mejor aún es aquel guión que atrae a un público de todas las edades. Por ejemplo, una película sobre un superhéroe de historietas interesará sin duda alguna a los niños que conocen ese personaje. Y seguro que sus padres los acompañarán a verla. Pero ¿cómo captar el interés de los adolescentes y los adultos jóvenes? El secreto está en el “contenido excitante”, escribe Liza Mundy en The Washington Post Magazine. Cuando se añade a una película lenguaje soez, escenas de violencia desenfrenada y una dosis generosa de sexo, se “maximiza su rentabilidad, pues atrae a personas de todas las edades”.
Si un productor cree que el guión gustará, posiblemente lo compre y trate de contratar a un director acreditado y a un actor o una actriz de fama. Contar con grandes figuras no solo creará expectación en el estreno, sino que despertará el interés de los inversionistas que se requieren para financiar el filme.
Otro aspecto de la preproducción es el guión gráfico (storyboard): una serie de dibujos que esquematizan las diversas secuencias de la película, particularmente las que tienen acción. El guión gráfico es como un anteproyecto para el director de fotografía y ahorra mucho tiempo durante el rodaje. Frank Darabont, director y guionista, dice: “No hay nada peor que desaprovechar el día de rodaje dando vueltas por el plató tratando de decidir dónde colocar la cámara”.
Durante la preproducción hay otros muchos asuntos que deben decidirse. Por ejemplo: ¿qué exteriores se utilizarán para el rodaje? ¿Habrá que viajar? ¿Cómo se diseñarán y construirán los decorados interiores? ¿Qué vestuario se necesitará? ¿Quiénes se encargarán de la iluminación? ¿Quiénes serán los maquilladores y peluqueros? ¿Y el sonido, los efectos especiales y los dobles? Estos son solo unos cuantos de los muchos aspectos de la cinematografía que deben tenerse presentes antes de filmar la primera toma. Si uno se fija en los créditos que aparecen al final de una película de gran presupuesto, verá que hubo centenares de personas trabajando entre bastidores. “Hace falta un numeroso equipo para hacer un largometraje”, dice un perito que ha trabajado en muchas películas.
Producción: el rodaje
Rodar una película es a veces una tarea agotadora, cara y que consume mucho tiempo. Un simple minuto que se pierda puede costar miles de dólares. A veces hay que transportar a los actores, al personal técnico y el equipo a un lugar remoto del mundo. Pero prescindiendo de dónde se filme la película, cada día de rodaje consume una parte considerable del presupuesto.
Los técnicos de iluminación, los peluqueros y los maquilladores están entre los primeros que llegan al lugar. A veces hay que dedicar varias horas a preparar a los actores principales para la cámara, y luego comienza una larga jornada de rodaje.
El director supervisa detenidamente la filmación de cada escena. Hasta una relativamente sencilla puede requerir todo un día. La mayoría de las escenas se filman con una sola cámara, por lo que hay que repetirlas una y otra vez para obtener todos los ángulos deseados. Además, puede que cada toma tenga que repetirse varias veces hasta conseguir la mejor interpretación o a fin de corregir un problema técnico. Algunas escenas largas quizás requieran cincuenta o más tomas. Después, normalmente al final de la jornada de trabajo, el director las revisa todas y decide cuáles deben guardarse. En total, el rodaje puede durar semanas o hasta meses.
Posproducción: se juntan las piezas
Durante la posproducción se montan las secuencias para obtener un producto final unido. Primero se sincroniza el sonido con las imágenes y luego el montador corta y empalma los trozos de película hasta obtener un montaje provisional, denominado copión.
En esta etapa también se añaden los efectos sonoros y visuales. Los efectos especiales son uno de los aspectos más complejos de la cinematografía. A veces se producen imágenes generadas por computadora con resultados espectaculares y muy reales.
Durante la posproducción también se añade la música, la cual ha adquirido mucha importancia en las películas de nuestro tiempo. “Hoy día, la industria cinematográfica exige que la banda sonora original dure más que nunca antes: no solo debe contener veinte minutos de música o unas pocas entradas para ciertos momentos dramáticos, sino, con frecuencia, debe durar más de una hora”, escribe Edwin Black en Film Score Monthly.
A veces se proyecta una película recién montada ante un auditorio de prueba, compuesto tal vez por amigos o colegas del director que no participaron en la elaboración de la película. Según su reacción, el director pudiera volver a filmar ciertas escenas o eliminarlas. En algunos casos se ha cambiado por completo el final de una película porque en la proyección de prueba no tuvo mucha aceptación.
Una vez terminada, la película se estrena finalmente en los cines. Solo entonces empieza a verse si será un éxito de taquilla, un desastre o simplemente una producción mediocre. Pero las ganancias no lo son todo. Varios fracasos seguidos pueden arruinar las perspectivas de trabajo de un actor y acabar con la reputación de un director. “He visto a varios de mis contemporáneos dejar la profesión tras un par de fracasos —dice el director John Boorman al reflexionar sobre sus primeros años de rodar películas—. La cruel realidad del negocio del cine es que si uno no reporta ganancias a quienes lo contratan, está perdido.”
Extraído de g05 8/5.